El ambiente comienza a cambiar, el amor se vuelve tan puro en mi corazón, las imágenes desde mi ventanilla se tornan particularmente maravillosas y el barrio limpio... Él me ama, y me llama. ¡ ÉL VIENE A MÍ! Me necesita el angelito, está mal y necesita mi consuelo, dice qe quiere verme.
"Puede que este no sea el momento correcto
Puede que yo no sea el correcto
Pero hay algo entre nosotros que quiero decir
Porque hay algo entre nosotos de todos modos."
Pobrecito, está solo, sin nadie que lo felicite por sus logros; nadie lo cura cuando se enferma, nadie le dice lo hermoso que es, tampoco lo alientan a tocar ni le dicen lo bueno que es. Me necesita, yo le doy esas cosas; me ama, volvió a amarme. Me dice que soy perfecta, que me ama tal cual soy: que acepta mi enfermedad y que me va a cuidar; que él va a ser mi papá.
"Puede que yo no sea el indicado
Puede que este no sea el momento correcto
Pero hay algo entre nosotros y lo debo hacer
Algo asi como un secreto que compartiré contigo."
Llego a mi casa, que está más sola que de costumbre, hasta que viene un ser con nombre de amor a saludarme, con una alegría infinita con el cielo y una sonrisa eterna. Pero no debo perder el tiempo, el ángel me necesita. Llamo a su casa para decirle que ya voy, que no se preocupe, que voy a darle mimitos y cuidados, seré su esclava.
El teléfono sonaba y sonaba, no paraba de sonar y me atendía la operadora del contestador (la cual siempre odie desconocidamente), llamé varias veces, hasta que llame un montón.
NADA.
Empecé a contar las veces que llamé, llegaron a ser más de sesenta. Hasta que al fin el angelito antendió.
A: ¡¿Qué quieres?!
E: Te necesito, te quiero ver. Te amo, no puedo dejar de llamarte. Voy ahora a tu casa.
A: No vengas.
E: ¿Porqué?
A: Por que no, por que esta es mi casa, es una casa de familia, deja de molestar por dios!!!
E: Pero yo sentí que me necesitabas, tu me llamaste. Tú me amas, significa que me necesitas.
A: Estás hablando cosas sin sentido, llama a tu psicóloga, no a mí.
E: Pero yo te necesito a ti, te amo a ti. Necesito que me cuides.
DEJAME EN PAZ POR DIOS, ME TENES CANSADO, SAL DE MI VIDA.
NO TE QUIERO VER, NO QUIERO SABER MÁS NADA DE TI!!!!!!
CREÍ QUE ERAS DISTINTA. ANDATE Y MATATE, JODETE.
"Te necesito mas que cualquier cosa en mi vida
Te deseo mas que cualquier cosa en mi vida
Te extrañare mas que a nadie en mi vida
Te amo mas que a nadie en mi vida."
Él no pudo entender mi gesto, o lo que yo quise demostrarle, mi angelito de alas rotas...
Tan solo, yo en realidad soy la sola.
Necesitaba que me cuides,
que me ames,
que me mientas diciendo que me voy a curar,
que tu me ayudarías a curarme,
que me besaras como a un niño,
apoyar mi cabeza sobre tu pecho y sentir que me proteges, cuando en realidad estás mirando otra cosa
terminar de hacer el amor y que mientas de nuevo, tú sabes cuanto me gusta escuchar esos versos
te amo amor, estoy llorando
te necesito
estoy sangrando.
UUUUHHH...!!! ENCIMA TE CORTASTE DE NUEVO! DEJAME DORMIR SON LAS TRES DE LA MAÑANA! NO PUEDO IR A TU CASA AHORA NI ME NACEN DECIRTE COSAS LINDAS, NO ME NACEN!!!! ESO ERA ANTES, ANDA A DORMIR.
Al otro día me desperté, el Sol salió nuevamente. Yo no tenía ganas de vivir, necesitaba a mi amor. Tomé de nuevo el 24, con la cara toda hinchada y llorando, me senté y recé para que hoy me pienses. Baje en Avenida Patricios y Martín García. Caminé hasta Montes de Oca y me metí adentro de la iglesia "Santa Lucía".
Allí estaba el altar donde tú me esperarías para hacerte mío ante Dios y todos los presentes. Allí, tú y yo nos haríamos esposos, mientras caminaba por el altar esa tarde... cerraba los ojos para que aparecieras. Comencé a sentir la marcha nupcial, ¡caminaba tan orgullosa! Me iba a casar, con el hombre que amo con cada centímetro de mi ser. Estaba mamá, que sonreía como nunca, estaba tan sana y viva, TE AMO MAMI. Mis hermanas, mis sobrinos que me hacían mohines, conocidos y amigos. Estaba tu familia viéndome hecha también, me sonreían complacientes. Y mi cuñado apretaba mi brazo nervioso, ya estabamos llegando al altar! El Jesús que se encuentra a la derecha del altar de la la iglesia, se iba haciendo más grande devido a la distancia más chica.
Pero cuando abro los ojos tímidamente hacia el lugar donde deberías estar tú, no había nadie. Estaba yo sola en la ilgesia, con unas señoras fantasmas más.
Es que nunca nos casamos, nunca volviste a llamar.
Todo había sido parte de mi imaginación.
Volví a casa y te llamé, pensando que me necesitabas.
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